Para evitar el deterioro de la botella, no debes llenarla con bebidas ácidas o zumos de frutas ya que pueden provocar errores en la regulación de la temperatura.

La leche u otros productos lácteos no deben almacenarse en la botella, ya que las bacterias pueden crecer rápidamente en el interior.

Evite almacenar bebidas carbonatadas que puedan causar presión en la botella. Este tipo de bebidas pueden ejercer demasiada presión sobre la tapa, lo que aumentaría la probabilidad de que la bebida se derramase al abrir la botella.

No coloques la botella en el microondas. El acero inoxidable evitará que las bebidas se calienten e incluso puede dañar el microondas irremediablemente.

No metas la botella en el lavavajillas. El lavavajillas puede calentarse demasiado y afectar las propiedades de aislamiento de la botella.

La botella puede mantener tus bebidas frías durante todo el día, por lo que no es necesario que la pongas en el congelador.Si lo haces, podrías estropear el sistema de sellado al vacío.

Antes de usar la botella, limpia tanto el interior como el exterior con agua y jabón para lavar platos. Puedes poner una cucharada de bicarbonato de sodio en la botella y llenarla con agua, luego déjela reposar durante unas horas para eliminar cualquier olor (si lo hubiese)./p>

Para una limpieza básica, recomendamos lavar la botella con agua tibia y jabón para platos después de cada uso. Puedes usar un cepillo para biberones para fregar el interior, luego enjuaga bien la botella y colócala boca abajo sobre una rejilla para que se seque.

Para una limpieza profunda, puedes mezclar una cucharada de bicarbonato con agua caliente en la botella. Déjalo actuar la mezcla durante la noche, luego enjuaga bien con agua potable limpia por la mañana.

No utilices lejía ni cloro para limpiar la botella, ya que estos productos químicos estropearán el acero inoxidable.

Puedes utilizar un cepillo para biberones o un cepillo especial para botellas para fregar el interior de la misma después de su uso.