Cómo limpiar tu mochila
  1. Llena el fregadero, la bañera o un cubo con abundante agua tibia. Presta atención: no utilices agua caliente, ya que esto puede dañar los colores.
  2. Añade un poco de jabón sin detergente al agua y mézclalo muy bien.
  3. Empapa una esponja limpia en agua y limpia el exterior de la mochila. Insiste en las zonas que estén especialmente sucias.
  4. Para eliminar las manchas más difíciles, frota la mochila con un cepillo pero sin llegar a frotar con demasiada fuerza.
  5. No te olvides de aquellas zonas que más absorben el sudor: insiste en las asas, el panel de la espalda y las almohadillas de las caderas.
  6. Humedece un paño en agua fría y limpia y enjuaga la mochila.
  7. Deja que la mochila se seque de forma natural en un lugar aireado, pero no al sol.

Recuerda, en caso de manchas de cualquier tipo (aceite, tinta, vino, comida, pintura…) elimínalas lo antes posible para evitar que el material se quede manchado de forma permanente.

Utiliza un producto de limpieza específico solo en la superficie afectada.

Para evitar que se acumulen los olores, ventila regularmente la mochila dejándola abierta en un espacio bien ventilado.

Para garantizar una mayor limpieza, coloca una bolsita de bicarbonato sódico o de carbón activado en su interior durante la noche para absorber los olores persistentes.

Cómo Evitar el Deterioro por Uso de tu Mochila

  • Ten cuidado con las superficies irregulares que puedan causar rozaduras o abrasiones en el tejido.
  • Evita llenar en exceso los bolsillos y compartimentos, ya que esto puede forzar las costuras y las cremalleras.
  • Al colocar la mochila en el suelo, elige una superficie limpia y seca para evitar la acumulación innecesaria de suciedad y los daños por fricción.
How to Cómo limpiar el exterior en caso de pequeñas rozaduras the exterior for minor scuffs
  1. Humedece una toallita suave con agua tibia y añade una pequeña cantidad de jabón suave o detergente.
  2. Limpia con suavidad la superficie de la maleta, centrándote en las zonas con suciedad o pequeñas rozaduras.
  3. Una vez que la hayas limpiado, utiliza una toalla suave y seca para secar la maleta.
  4. Asegúrate de que no siga húmeda, especialmente alrededor de las cremalleras y las costuras, para así evitar posibles daños.
  1. Utiliza una esponja de melamina ligeramente humedecida con agua. Frota con suavidad sobre las marcas más difíciles.
  2. Ten cuidado de no aplicar demasiada presión, ya que esto podría afectar al acabado mate.
  3. Una vez que la hayas limpiado, utiliza una toalla suave y seca para secar la maleta.
  4. Asegúrate de que no siga húmeda, especialmente alrededor de las cremalleras y las costuras, para así evitar posibles daños.
  1. Aspira cualquier resto de suciedad.
  2. En caso necesario, utiliza un paño ligeramente humedecido con jabón suave para limpiar el forro.
  3. Asegúrate de que el interior esté completamente seco antes de guardar la maleta.

Cómo Evitar el Deterioro por Uso de tu Maleta

  • Utiliza cubos de equipaje u organizadores para distribuir el peso de manera uniforme y reducir la tensión en las cremalleras.
  • Evita el exceso de equipaje: cerrar las maletas con demasiada fuerza puede debilitar las cremalleras con el paso del tiempo.
  • Cuando no la estés utilizando, mantenla en posición vertical o guardada para que mantenga su forma y evitar cualquier presión innecesaria sobre las ruedas o asas. Guarda tu maleta en un lugar fresco, bien ventilado y con poca humedad.